Catalina Inés
Será una bella niña, de ojos negros brillantes como el cristal pulido, con llanto ensordecedor y completamente desequilibrante. Una alegría. La más tremenda esperanza del corazón.
Será una bella niña, de ojos negros brillantes como el cristal pulido, con llanto ensordecedor y completamente desequilibrante. Una alegría. La más tremenda esperanza del corazón.
Quizás nunca se fue pero, hoy volvió su canto. Me recuerda a la araña. Como ya se ha transformado en un habitante normal de mi pieza le pondré nombre. Después de todo duerme conmigo... mejor no a todos mis animalitos me han dejado y si es de la suerte, como dice Hugo, es mejor no apropiarme de él con un nombre.
Para mi sorpresa, me he topado con una araña viajera. Le gustaba tomar locomoción colectiva y pasear, recorrer y conocer la cuidada donde vivía. Era una araña muy osada, se pasaba de micro en micro usando como conexión a los ilusos pasajeros que la transportaban sin darse cuenta de su presencia. Así logro ir a lugares insospechados para su inocente travesía. Conoció a muchas personas, estuvo en diferentes situaciones y fue testigo de experiencias de vida de los mismos pasajeros que la llevaban. Jamás se imagino que un día, en su eterno viaje, iba a cambiar radicalmente su vida. En su intrepidez característica, se asomo a mirar el mundo y en un acto demencial tome un poco de confort y la aplaste.