Dormida
Te quedaste después de darte de comer. Una exquisita sensación me diste, acostada ahí, en mi pecho.
Miraba tu sueño. La placidez. Lo inquietantemente segura que estabas, y la seguridad que me dabas. Realmente algo calido.
Miraba tu sueño. La placidez. Lo inquietantemente segura que estabas, y la seguridad que me dabas. Realmente algo calido.
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