Y aquí estoy pues, después del exámen... lanzada al mundo. Me fue como el reverendo hoyo. La prueba CABRONA, cuando la entregaron casi me pongo a llorar ahí mismo. Nunca nadie en la historia volverá a ver una sentencia de muerte como el Exámen de Hematología, mal, mal.
Mientras estudiaba anoche, sentadita en la mesa de una ajena y amiga casa, pensé si valdría tanto la pena estudiar hasta tan tarde, con la picazón de los ojos, con los bostezos, con la falta de concertación, con todos las desventajas que trae eso, mi respuesta fue tajante, si vale la pena. Por lo menos lo intentaste, por lo menos estudiaste.
Y aun así, no valió la pena... en realidad si, por que si no hubiese echo el estudio maratónico anoche, la Aplasia Medular no lo hubiera podido responder...
Malditas sean todas la Anemias y Pancitopenias