19 septiembre 2005

Leyendo

Anoche salimos a festejar este 18 a la casa de mis primos, específicamente donde la Silvia. Llegamos más menos temprano y allá lo pasamos muy bien.
El libro de Gustavo en su escritorio me atrajo a la nostalgia de leer. Él esta leyendo "Francisca yo te amo" y me recordó cuando lo leí en el Liceo, fue lindo. Llegue a casa y lo hojee. Para recordar esa sensación de júbilo. Pero más que jubilo lo que conseguí fue amargura y añoranza. Me leí "La Tregua". Acabo de terminarla. Lagrimas en mis ojos. Que manera de conmoverme solo pensé en poner unas frases que me marcaron del libro.

“Domingo 30 de junio

..."yo se que eso no lo podés entender, que es algo que no cabe en los muchos dedos de frente masculina. Para ustedes hacer el amor es una especia de trámite normal, de obligación casi higiénica, raras veces un asunto de coincidencia. Es envidiable cómo pueden separar ese detalle que se llama sexo, de todo lo otro esencial, de todas las otras zonas de la vida. Ustedes mismos inventaron eso de que el sexo lo es todo en la mujer. Lo inventaron y después lo desfiguraron, lo convierten en una caricatura de lo que verdaderamente significa. Cuando lo dicen, piensan en la mujer como una gozadora vocacional, impenitente. El sexo es todo en la mujer, es decir: la vida entera de la mujer, con sus afeites, con su arte de engañar, con su barniz de cultura, con sus lagrimas listas, con todo su equipo de seducciones para atrapar al hombre y convertirlo en el proveedor de su vida sexual, de su exigencia sexual, de su rito sexual"

Lunes 3 de febrero
Ella me daba la mano y no hacia falta más. Me alcanzaba para sentir que era bien acogido. Más que besarla, más que acostarnos juntos, más que ninguna otra cosa, ella me daba la mano, y eso era amor.

Miércoles 26 de febrero
Como la necesito. Dios había sido mi más importante carencia. Pero a ella la necesito más que a Dios"