02 septiembre 2005

Para que ilusionar el alma, si después se engaña al yo. Para que hacer planes, si a la primera dejamos de mirar nuestras metas, propósitos, utopías. No hay una alarma en nuestro sistema nervioso, que nos diga que estamos mal o bien. Para que desgastarse haciendo proyectos de vida, si en algún momento nos traicionaremos. Habrá alguien lo suficientemente valiente y honesto para decir que no se ha traicionado a si mismo?. En algún momento de nuestra vida creamos sueños y en otros no hay mas que actos sin algún sentido aparente que nos hacen olvidar por completo que aquellos momentos existieron. Es como decir si nuestros padres se acordaran de como eran cuando jóvenes, si alguna vez se equivocaron, si alguna vez hubo algo que los ilusionó tanto que se nublaron sus proyectos, esos pensamientos que los hacían vulnerables. Se acordaran?. Me encantaría acordarme de mis inocentes pensamientos, tan puros, tan brutos, tan esenciales, tan maravillosos, tan liberadores. Esos pensamientos sin moral, sin ética, tan simples.
Volviendo a los sueños juveniles. No hay memoria. Se bloquea?. Habrá algún sistema neurológico, propio del desarrollo, que deje "inactiva" ciertas funciones neuronales en donde se encontraban esas sensaciones y proyectos de juventud?. O simplemente nos olvidamos (que en realidad seria un término mas corto para la pregunta anterior)?
Quizás cuando este más avanzada en edad pensare exactamente lo mismo que ahora, y preguntare nuevamente donde y en que lugar me perdí. Realmente aun me quedan sueños y espero que esas preguntas solo se queden en mi presente y que mi futuro esas preguntas se transformen en comentarios y risas de lo triste y desolada que me siento ahora.

1 Comments:

At 03 septiembre, 2005 03:41, Blogger Hurgo said...

Creo que hay gente que está hecha para seguir sueños y construir caminos. Hay otros que sólo disfrutamos el viaje. Creo que aplica descubrir si tus "sueños" realmente te mueven tanto como para sacrificar cosas por ellos... si descubres que no es así, bienvenida a la segunda categoría.

 

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